miércoles, 20 de mayo de 2009

Benedetti a manos llenas

La muerte de Mario Benedetti confieso que nos sorprendió. A pesar de sus años. Aunque estuviese gravemente enfermo y convaleciente en casa durante 11 días, no esperábamos un desenlace semejante. Murió tranquilo, es cierto, pero la muerte será siempre la muerte, y no la esperamos nunca.

Pero sabemos que ella es puntual. El domingo al enterarnos, temprano, nos dolió, y corrimos a tomar otra vez sus libros en nuestras manos. A lo largo de tantos años (desde los 60) no habíamos caido en cuenta de qué tantos eran. De cómo lo habíamos leído cada vez con mayor atención, o mejor pasión, o mejor aún devoción, mientras envejecíamos tanto como él.

Los apilamos a un lado, los tomamos en las manos y vimos cómo se nos llenaron ambas. De títulos como: La tregua, Primavera con una esquina rota, La muerte y otras sorpresas, Geografías, Montevideanos, El escritor latinoamericano y la revolución posible, Rincón de Haikus, El mundo que respiro, Buzón de tiempo, La borra del café, Andamios.

Bastantes. Nunca demasiados. Sin contar las Canciones de Serrat o su cercanóa en La Habana o Panamá

Entre nosotros estará siempre. Como uno de los mejores. Como uno de los más claros, transparentes . Como uno de los más leídos, sin duda alguna.

1 comentario:

ramon dijo...

no recordaba este texto / que me gusta, lo confieso