ROJA LA TARDE, GRIS EL CUERPO
EPIFANIA
Inútil la verdad.
Fue inútil
decir
que la mano no mentía líneas para ancha la vida.
Inútil el mar.
2
Roja la tarde, gris el cuerpo
recuerdo
que venciste la calle
recuerdo escondidos siboneyes
o tu silencio aguacero.
PERIPECIA
Quebradiza edad la tuya,
recuerdo tu voz
ciudad muralla
mujer encinta
diciendo qué sangre
en los ojos
cuando amanece sensual bahía el cuerpo
la mano mástil arañando uña cielo.
Recuerdo el mar pidiéndote.
Recuerdo agosto. La lluvia jaula.
Recuerdo la casa
del enemigo
la casa cárcel
la casa río
donde ahogaba mirarse.
Recuerdo brahms.
El deseo agarrándose a la noche
increíble
como luna
como náufrago
y tú
lejos, desnuda para otro.
4
Inútil fue la sombra
o los libros,
los árboles
o recordarte viento este,
los peces de la ausencia,
los caballos del diablo,
las hojas verdes todas y el pozo y la luna
anunciando
marea alta,
río crecido.
Fue inútil ocuparme del ajo o encender.
Inútil el fuego.
Inútil la cebolla.
Inútil todos los santos, santas,
obispos y confesores
o mártires.
Inútil recordar
cómo fue la palabra, el silencio,
estar contigo, escuchar
como vasallo.
CATASTROFE
Fue verdad encenderte mano el cuerpo.
Verdad pedirte un siglo
pero inútil, inútil esperarte para dormir día veinticuatro.
Antes llegó la ausencia,
la mudanza,
no ir más al pozo paz por agua,
negarme voz, mirada,
luna,
ombligo.
benjaminRamón
1 comentario:
hermoso
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